En la educación, ni autoritarismo ni permisibilidad (1)

Mejorar la convivencia entre las personas y lograr un hogar más feliz depende también de nuestra habilidad para descifrar nuestras propias emociones y la de los demás. Por ello, resulta importante dotar a las personas de habilidades emocionales sólidas, como la capacidad de desarrollar la empatía y la responsabilidad; y, en esto, la educación en importante.Permisibilidad apropiada

El modelo educativo del aula y del hogar es importante a la hora de dotar de habilidades emocionales a los niños y adolescentes. En muchos países se ha pasado de un modelo autoritario a otro permisivo. Pero ni uno ni el otro se ha mostrado capaces de cumplir con este objetivo. Elsa Punset dedica algunas líneas a lo inadecuado de los modelos autoritarios y permisivos en Brújula para navegantes emocionales (Punto de Lectura, Barcelona, 2011, quinta edición).

Durante los últimos tiempos se ha asistido a una transición desde el autoritarismo a la permisibilidad. La educación permisiva otorga “seguridad” al niño, pero descoloca a los padres. Estos aparecen como temerosos y débiles. Los padres pierden la autoridad al querer dejar de ser autoritarios, cuando autoridad y autoritarismo no deberían confundirse.

Los padres permisivos no son de gran ayuda a los hijos. Los cargan con decisiones que no se corresponden a su edad. Decisiones que o bien son conscientes que no saben tomar, y ePermisibilidad inapropiadasto les angustia. O bien, no son conscientes que no están preparados para tomarlas; y, detrás de una supuesta madurez y autonomía, se esconde una gran incapacidad emocional que evidenciará tarde o temprano problemas de elaboración y realización de un proyecto de vida.

La permisibilidad es aceptable cuando implica respetar la naturaleza infantil de los niños. Permitir la espontaneidad propia e inherente del niño en su niñez ayuda a que adquiera una confianza en sus emociones y pensamientos. La realización de actos impropios de la niñez, inaceptables, agresivos o destructivos es propia de una permisibilidad mal entendida. De ésta se deriva fácilmente ansiedad y demandas no razonables que ni padres ni sociedad podrán satisfacer y conceder.

 

Hasta luego y buena suerte

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One Response to “En la educación, ni autoritarismo ni permisibilidad (1)”

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