Pensamiento, conciencia y memoria

Lucas Ciereg

Pensamiento y conciencia

De acuerdo con la teoría holística de los pensamientos, estos son el resultado de un patrón de estimulación simultánea de muchas partes del sistema nervioso con una secuencia definida, en el que intervienen con casi toda certeza la corteza cerebral, el tálamo, el sistema límbico y la parte superior de la formación reticular del tronco encefálico. Considera, esta teoría, que las zonas estimuladas del sistema límbico, el tálamo y la formación reticular determinan la naturaleza general del pensamiento, atribuyéndole cualidades como placer, desagrado, dolor, comodidad, modalidades toscas de sensación, localización en grandes zonas del cuerpo, y otras características generales.

No obstante, las áreas concreta estimuladas de la corteza cerebral determinan las características específicas del pensamiento, como la localización precisa de las sensaciones en la superficie del cuerpo y de los objetos, situados en el campo visual, la sensación de textura de la seda, el reconocimiento visual del patrón rectangular de un pared de cemento, y otras características determinadas que forman parte de la conciencia de un instante determinado.

La conciencia puede describirse como la corriente continua de percepción de nuestro entorno o de la secuencia de pensamientos.

Recuerdos y memoria

Recuerdos y “huellas de la memoria”

Desde un punto de vista fisiológico, los recuerdos se producen por variaciones de la sensibilidad de transmisión sináptica de una neurona a la siguiente como resultado de la actividad neural previa. Estas variaciones a su vez generan nuevas vías o vías facilitadoras de transmisión de las señales por los circuitos neurales del cerebro. Estas vías nuevas o facilitadoras se denominan huellas de la memoria. Son sumamente importantes pues la mente pensante puede activarlas para reproducir los recuerdos.

Aunque en los animales inferiores se ha revelado que las huellas de la memoria aparecen en todos los niveles del sistema nervioso, gran parte de la memoria asociada con los procesos intelectuales se basa en huellas de la memoria situadas en la corteza cerebral.

Memoria positiva y memoria negativa

El cerebro es inundado de información sensitiva procedente de todos nuestros sentidos. Si la mente intentara recordar toda esta información, la capacidad de memoria del cerebro quedaría desbordada en minutos. La solución a este problema es el carácter negativo de la memoria. El cerebro dispone de la capacidad de aprender a desechar la información carente de interés. Esto se debe a la inhibición de las vías sinápticas de esta información. El efecto resultante se denomina habituación y representa un tipo de memoria negativa.

También el cerebro tiene la capacidad automática de facilitar y almacenar las huellas de la memora de la información con consecuencias importantes (como el dolor o el placer). Ésta es la memoria positiva, resultado de la facilitación de las vías sinápticas. El proceso de denomina sensibilización de la memoria.

Son las regiones basales del sistema límbico del cerebro quienes determinan si la información es importante o no y toman la decisión subconsciente de almacenar el pensamiento como una huella de la memoria
sensibilizada o de suprimirla

Clasificación de las memorias

Una clasificación común de la memoria establecer una distinción entre:

  • Memoria a corto plazo: contiene recuerdos que duran segundos o a lo sumo minutos, a menos que se transformen en una memoria con un plazo más largo
  • Memoria intermedia: dura días o semanas pero finalmente termina por desaparecer
  • Memoria a largo plazo: una vez almacenada, puede recordarse durante años o incluso toda la vida.

También es posible distinguir entre:

  • Memoria activa: contiene, en esencia, la memoria reciente empleada durante el transcurso del razonamiento intelectual, y desaparece en cuanto se resuelve cada etapa del problema.

Asimismo, según el tipo de información almacenada, la memoria puede ser:

  • Memoria declarativa: significa el recuerdo de los detalles diversos de un pensamiento integrado, como la memoria de una experiencia importante. Comprende
    • Memoria del entorno
    • Memoria de las relaciones temporales
    • Memoria de las causas de la experiencia
    • Memoria del significado de la experiencia
    • Memoria de las deducciones personales que se activaron en la mente
  • Memoria práctica: suele asociarse con actividades motoras del cuerpo, por ejemplo con la habilidad adquirida para golpear la pelota de tenis que comprende memorias automáticas para:
    • Ver la pelota
    • Calcular la relación y la velocidad de la pelota con la raqueta
    • Deducir enseguida los movimientos del cuerpo, de los brazos y de la raqueta que se precisan para golpear la pelota de la manera deseada ara luego pasar al siguiente golpe sin olvidar los detalles del anterior.

Hasta luego y buena suerte.

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Fotografía: © Microsoft

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