La programación neurolingüística (1)

Por Luca Coge

La programación neurolingüística es una escuela de pensamiento pragmático que sostiene que toda conducta humana se desarrolla sobre una «estructura» o «plantilla de pensamiento» aprendida, la cual puede ser detectada para ser modelada (copiada) por otras personas y obtener con ello resultados similares. Se sustenta en la teoría constructivista, pues define la realidad como una invención: el ser humano no opera directamente sobre el mundo real en que vive, sino que lo hace a través de representaciones mentales del mismo que determinan la forma en que cada individuo percibe el mundo.

El pensamiento de cada uno es la base de creación de la realidad, de la verdad, esto es un “mapa del mundo”. El lenguaje refleja nuestros pensamientos y nuestras experiencias, conecta el mundo exterior y el mundo interior. El lenguaje es un filtro y la riqueza del lenguaje contribuye a enriquecer los mundos (externo e interno).

La Programación Neurolingüística (PNL) estudia los patrones mentales con la intención de conocer los procesos mentales que usamos para codificar información, para elaborar nuestras formas de pensar y de actuar: nuestros pensamientos están conformados de palabras, de lenguaje (lingüística); cuando reiteremos en el uso de las palabras, éstas convierten el mensaje en un programa, el cual ya instalado produce emociones que dirigen nuestras conductas y nuestras reacciones.

Desde la perspectiva de la programación neurolingüística, el lenguaje afecta a la bioquímica y la fisiología de nuestro organismo. Una afección que está detrás de la incidencia de nuestro lenguaje en nuestras acciones.

Desde el nacimiento se va desarrollando nuestro pensamiento y nuestro lenguaje en determinadas direcciones y contenidos, todo ello dar lugar a la generación de programas que se instalan que conformarán las emociones e informarán las conductas. Algunos programas son funcionales y nos ayudan en nuestra vida cotidiana, otros en cambio son disfuncionales y dificultan la dificultan.

El propósito de la programación neurolingüística es contribuir a la autopercepción de de estos programas y al reconocimiento de los programas que guían a las personas de nuestro entorno. El auto-reconocimiento de los programas que poseemos permitirá diagnosticar su funcionalidad para mantener unos programas y deshacernos de otros. El PNL contribuye a mejorar el control de las emociones, a cambiar las conductas, tener un pensamiento más positivo y, con ello, se propone optimizar tus capacidades y, por esta vía, mejorar las relaciones familiares y profesionales. Hace posible la elaboración e implementación de nuevas opciones de vida.

Si somos capaces de identificar, en nosotros o en los otros, logros, también podemos replicarlos estos pensamientos, ese lenguaje y esa conducta en otros ámbitos y, de este modo, mejorar nuestro entorno personal, familiar y profesional.

 

Hasta luego y buena suerte    

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