Por Luca Ciereg
El pensamiento es una actividad mental asociada con el procesamiento, la comprensión, la capacidad de recordar y de comunicar la información. Hacemos uso del
pensamiento para formar conceptos y juicios, para tomar decisiones y resolver problemas. En nuestra interacción con los demás y con el mundo que nos rodea estamos continuamente haciendo uso de nuestro pensamiento. Nuestra habilidad para pensar es consustancial a nuestra capacidad para actuar. En este sentido, aunque sean simplificar el argumento, somos capaces de dar respuestas creativas a las demandas del medio que nos rodea en la medida que poseamos la destreza suficiente para pensar acertadamente. Y en esto último, los recursos informativos y su tratamiento están llamados a jugar un papel destacado. Para mostrarlo, podemos tratar tres conceptos que son interesantes y poseen múltiples implicaciones. Se trata de los conceptos: esquema, asimilación y acomodación.
Un esquema es un marco que organiza e interpreta la información, nos permite integrar e interpretar tanto las experiencias posibles, o los conceptos y categorías abstractas. A través de los esquemas tiene lugar la asimilación de nueva información con independencia de su naturaleza empírica o no.
La asimilación es un proceso de interpretación de nueva información o de nuevas experiencias utilizando los esquemas ya existentes o disponibles. En este sentido, la asimilación nos permite utilizar un mismo esquema para incorporar nueva información, nuevos conocimientos, para articularlos con los conocimientos previos. Incorporamos rápida y fácilmente nueva información justamente porque encaja perfectamente con nuestro esquema. La coherencia es un aspecto importante que favorece el aprendizaje y el desarrollo del pensamiento. Es una especie de rutina, en la que ejecutamos correctamente los mecanismos mentales para incorporar, organizar, comprender, recordar e utilizar la nueva información.
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Esquema |
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Existente |
Nuevo |
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Asimilación |
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Nueva Información |
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Acomodación |
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La acomodación es la adaptación de los esquemas actualmente disponibles para incorporar nueva información. Se trata de un cambio cualitativo y más profundo que la asimilación.
Algunas preguntas surgen de modo inmediato: cómo se obtiene un esquema; cuándo podemos saber que necesitamos cambiar de esquema; los cambios de esquemas son totales o conviene que sean parciales; es posible manejar más de un esquema o esto sería un nuevo esquema que podemos llamar superesquema; cuándo debe abordarse la nueva información por medio de la asimilación y cuándo por medio de la acomodación; la creatividad está asociada con la asimilación o con la acomodación; nuestros procesos formativos (formales o informales) favorecen la asimilación o la acomodación; existen etapas en nuestro desarrollo cognitivo que es preferible la asimilación y otros en que debe abordarse la acomodación. En nuestro actual mundo, globalizado y con un importante cambio tecnológico y cultural, necesitamos una acomodación, o con la asimilación es suficiente para dar una respuesta adaptativa.
Hasta luego
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Créditos de imágenes: Microsoft
la ansiedad. En estas líneas recogeremos algunos puntos interesantes de parte de su trabajo.
Por el contrario, es de esperar que el estudiante motivado extrínsecamente asuma compromisos limitados y exclusivos con las actividades que le permiten obtener de forma los más rápida posible las recompensas externas; en ello, manifestaría una preferencia por las tareas sencillas, fáciles de ejecutar, cuya relación con la recompensa o meta sea evidente.
rendimiento académico, pues el estudiante considera que la causa de los resultados de sus acciones está en el mismo. En el extremo contrario, se situaría el estudiante que considera que es la suerte o el destino el responsable de sus resultados. Éste último tipo de estudiante al sentirse menos responsable tanto de los éxitos como de los fracasos, al atribuir los dos a factores externos e incontrolados, se verán menos empujados por los éxitos y menos atormentados por los fracasos.
presentes en la caracterización de la Memoria.
Una falta de codificación
la memoria a largo plazo. La memoria en tanto proceso cognitivo se puede considerar como la secuencia que va, por un lado, desde la memoria sensorial a la memoria activa y posteriormente a la memoria de largo plazo y, posteriormente, desde ésta hasta la memoria activa o de trabajo.
recuperación de la información.