Elementos de la estrategia preventiva frente al SARS-CoV-2

Lucas Coge (lucoge@kopher.es)

El camino para reducir las infecciones provocadas por el COVID-19, y la morbilidad y mortalidad asociadas, requiere estrategias médicas y no médicas.

Myron S. Cohen y Lawrence Corey publicaron el 8 de mayo una editorial en Science sobre la prevención combinada como mecanismo de lucha contra el SARS-CoV-2 (o Coronavirus-19). Sobre la base de una comparación de la lucha contra el VIH, en su opinión, la estrategia de prevención del Coronavirus-19 debe contar con tres pilares: las medidas individuales de higiene y distanciamiento social, los fármacos con capacidad de reducir la carga vírica y la vacunación masiva(1).

Dado el hecho de que la transmisión del SARS-CoV-2 se anticipa a la aparición de los síntomas y a la existencia de infectados asintomáticos, las estrategias de prevención biomédica y no médicas, que proporcionan una protección fiable, son esenciales.

Estrategías de prevención biomédicas

Más allá de una serie de principios generales aplicables a la población en general, las estrategias biomédicas deben especificarse por colectivos en función de su potencial de transmisión de la enfermedad y, sobre todo, en términos del riesgo individual de infección por SARS-CoV-2 y de la comorbilidad y mortalidad diferencial de la enfermedad a nivel individual.

Hasta la fecha, las pruebas diagnósticas de COVID-19 se han utilizado principalmente para el aislamiento del paciente, el rastreo de contactos y la cuarentena. Cuando dispongamos de terapias eficaces, será necesario realizar pruebas rápidas y confiables, con carácter universal, para proporcionar tratamiento adecuado.

En la esfera preventiva, también están presentes las indicaciones farmacológicas. Los agentes antivirales de acción prolongada y los anticuerpos monoclonales que neutralizan el SARS-CoV-2 pueden convertirse en herramientas farmacológicas importantes en las personas no vacunadas para la prevención. Los agentes antivirales que impiden la replicación del SARS-CoV-2 podrían utilizarse como profilaxis previa, peri-exposición o post-exposición. Varias combinaciones de anticuerpos monoclonales potentes diferentes diseñadas para tratar y prevenir el SARS-CoV-2 entrarán en ensayos clínicos en junio de 2020.

Sin lugar a dudas, un elemento crucial en la estrategia preventiva es el poder contar con una vacuna segura y eficaz. Los esfuerzos de vacunación, para obtener una vacuna, comenzaron inmediatamente después del descubrimiento del SARS-CoV-2.

Se han identificado numerosos candidatos a vacunas y se están llevando a la fase temprana los estudios de vacunas de varios de ellos. La prueba de eficacia de la vacuna requerirá grandes ensayos con 6.000 a 12.000 participantes o más en cada estudio.

En la actualidad, no es posible predecir el tiempo de disponibilidad o el grado de eficacia de una vacuna SARS-CoV-2 con precisión, pero la mayoría de los ensayos en desarrollo están diseñados para demostrar una eficacia de prevención del 60 o 70%, no de una protección del 100%.

Dadas estas circunstancias, las medidas de higiene personal y de distanciamiento social, así como el uso de mascarillas, siguen siendo muy importantes en la prevención del contagio y diseminaciòn del Coronavirus-19.

Referencias

1.         Cohen MS, Corey L. Combination prevention for COVID-19. Science (80- ) [Internet]. 2020 May 8;368(6491):551 LP – 551. Available from: http://science.sciencemag.org/content/368/6491/551.abstract

LEAVE A COMMENT

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.