Autor: Luca Coge
La memoria puede definirse como un proceso cognitivo que permite el almacenamiento y posterior utilización adaptativa de la información.
A partir de la consideración del flujo de la información, pueden distinguirse tres tipos básicos de memorias: la memoria sensorial, la memoria activa y la memoria a largo plazo. La memoria en tanto proceso cognitivo se puede considerar como la secuencia que va, por un lado, desde la memoria sensorial a la memoria activa y posteriormente a la memoria de largo plazo y, posteriormente, desde ésta hasta la memoria activa o de trabajo.
La memoria sensorial es una memoria elemental, de escasa duración y fuertemente asociada a los procesos perceptivos. Se puede definir diferentes tipos en función de las vías sensoriales de entrada de la información.
El paso de la memoria sensorial a la memoria activa tienen lugar por medio de la codificación.
La codificación
es un proceso de clasificación, elaboración y organización de la información. Puede clasificarse bien en función de la vía sensorial implicada (codificación visual, acústica, semántica,…), o bien según el grado de procesamiento necesario (automático o con esfuerzo).
La memoria activa, también llamada de corto plazo o de trabajo, está estrechamente vinculada a los procesos atencionales. Es una memoria de escasa capacidad y breve duración.
Las vinculaciones entre la memoria activa y la memoria a largo plazo son de dos tipos: la consolidación y la recuperación de la información.
La consolidación,
o almacenamiento de la información, traslada la información de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. Consiste en el establecimiento de conexiones neurales. El propósito fundamental es favorecer su ulterior reactivación.
La memoria a largo plazo, como su nombre indica, es de larga duración, carente de límite temporal y de capacidad. Puede catalogarse en diferentes categorías:
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Explícita o declarativa:
- Semántica: de hechos y de nombres
- Episódica: de hechos personales vividos
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Implícita o no declarativa:
- Procedimientos: habilidades motoras y cognoscitivas
- Disposiciones: condicionamientos clásico y operante.
Por último, la recuperación
es el proceso gracias al cual la información retenida en la memoria a largo plazo vuelve a la memoria activa o de trabajo. Supone la reactivación de las conexiones neurales establecidas en el proceso de aprendizaje y consolidación.
Sobre este esquema básico es posible establecer múltiples consideraciones y cuestiones, como por ejemplo qué características presenta y cómo tiene lugar el olvido. En posteriores entregas nos encargaremos de profundizar en los aspectos relativos a la memoria y su ausencia.
Gracias y suerte.