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Choque y contemplación en las emociones

lunes, agosto 15th, 2011

Lucas Coge

Michel Lacroix en su libro Le culte de l’émotion (Flamarion, Paris, 2001) aborda la consolidación de la sociedad de la emoción. Una sociedad cuyos miembros se han embarcado en una búsqueda continua de sensaciones fuertes. Todas las sensaciones son válidas para el hombre actual, no importa que sean reales o virtuales, pero si son intensas mucho mejor. La volatilidad humana está en parte motivada por nuestra afectividad, el conjunto de sentimientos, emociones y pasiones de una persona. Existir es vivir con emociones, es vibrar. Y, Michel Lacroix estableció la distinción entre emociones choque y emociones contemplación.

Emociones choque

Las emociones choque cuentan con el atractivo de la inmediatez y de la crudeza, son una especie de estado puro de los sentimientos simple y llanamente porque nos golpean bruscamente. Causan en nosotros una adictividad que algunos calificarían de mal sana. El individuo es un mero espectador pues se somete pasivamente a unos estímulos que muestran una rápida recompensa. Son los sentimientos que nos pueden ocasionar la caída libre, la velocidad en la autopista, el último gol del delantero centro de nuestro equipo, los video-juegos, las atracciones de feria,…

Emociones contemplación

En cambio, las emociones contemplación surgen de la interacción personal entre el estímulo y el individuo que lo recibe. Requieren pues una participación activa del mismo. Contribuyen al bagaje cultural, estético y emotivo de las personas que lo reciben. Nacen de una audición de música, de la lectura de poesía, de la contemplación estética de un paisaje, de un beso a la persona amada,… Producen sentimientos y vivencias internas. Requieren una educación y exigen tiempo y capacidad de abstracción.

Enfrentamiento o complementariedad

M. Lacroix plantea estas dos emociones como dos alternativas contrapuestas y enfrentadas. Llega incluso a asociar el empeoramiento en el nivel de lectura de los alumnos de secundaria a la precocidad de su vida sexual. Es posible encontrar muchas simplificaciones que alimenten este tipo de afirmaciones. Pero estas, no otorgan ningún alcance a esta distinción de emociones. Es más, lejos de enfrentarlas es más sensato pensar que el fortalecimiento emocional de una persona requiere de las dos categorías de emociones, siempre en buenas dosis.

Es cierto que las emociones choque se manifiestan más ampliamente presentes en nuestra sociedad actual. Además, una parte de ellas, se asocian a determinados productos o servicios que podemos adquirir en el mercado. Son objeto de mercantilización con lo cual al mismo tiempo de que son objeto de ganancias para unos, también se muestran siempre al alcance de nuestro bolsillo. Podemos adquirirlas y aunque podamos detestarlo, es reconfortante saber que están ahí, disponibles. Una subida esporádica de adrenalina puede ser muy «sana» fisiológicamente hablando.

Por otra parte, cuando se considera las denominadas por Lacroix como emociones contemplación, no debe confundirse lo que puede ser un deseo o aspiración (que el mayor número de personas puedan apreciar la belleza de una obra de arte o de un poema) y la realidad cultural de ayer y de hoy respecto al nivel cultural de nuestras sociedades.

 

Hasta luego y mucha suerte

 

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Sustancia blanca y funciones cognitivas

domingo, agosto 7th, 2011

Luca Coge

Las fibras nerviosas pueden estar mielinizadas o no, cuando lo están se denominan sustancia blanca y, en caso contrario, sustancia gris. La mielinización incrementa la velocidad de transmisión. Por ello, tradicionalmente, la sustancia blanca se ha asociado con la velocidad de procesamiento de la información. Algunos autores consideran que se trata de una función de conectividad. Esta sería la capacidad de conectar diferentes regiones del cerebro de forma eficaz.

Tirapau-Ustarroz, Luna-Lario, Hernáez-Goñi, & García-Suescun ( 2011) presentaron un artículo de revisión sobre las relaciones entre la sustancia blanca y las funciones cognitivas en la Revista de Neurología. En esta entrada recogemos parte del contenido de dicho trabajo

Sustancia blanca y cognición

En los últimos años, ha ido surgido un conjunto de trabajo que relaciona la sustancia blanca con diferentes procesos cognitivos; en este sentido ciertas alteraciones neuropsicológicas serían el resultado del efecto profundo que los trastornos de la sustancia blanca pueden tener sobre la cognición y la emoción.

La potencia de computación básica del cerebro, sin duda, se encuentra en las neuronas individuales y en su acción colectiva. Para esta acción de conjunto es fundamental la conectividad de la sustancia blanca. De este modo, la sustancia blanca contribuye a la formación de redes a gran escala que caracterizan el cerebro humano y el pensamiento.

En la formación de redes, el resultado final es mayor que la mera adicción de las partes. Por esta razón, las modificaciones modestas en la sustancia blanca pueden ocasionar grandes cambios en la capacidad cognitiva.

Sustancia blanca y redes neurales

Los trastornos de la sustancia blanca comportan directamente la noción de las redes neurales distribuidas. Las redes consisten en conjuntos dispersos de neuronas dedicadas a funciones neuroconductuales concretas. Se han correlacionado una serie de trastornos con alteraciones en la sustancia blanca.

Adicionalmente, se ha sugerido que se requiere que estos cambios sobrepasen un determinado umbral para que se evidencie deterioro cognitivo. Lo cual podría indicar, dada su naturaleza de red, existen mecanismos de compensación que dejarían de actuar a partir de un nivel de deterioro.

Dislexia y sustancia blanca

En términos coloquiales, se considera a la dislexia como una dificultad en la lectura que dificulta la comprensión lectora. Los pacientes con dislexia presentan reducciones en los volúmenes de sustancia gris. Steinbrink et al hallaron correlaciones significativas entre la anisotropía de las sustancia blanca y la velocidad de lectura.

Para Tirapu-Utsárroz et al, estos resultados proporcionan una fuerte evidencia de un síndrome de disfunción de las áreas corticales correspondientes para la lectura y la ortografía. Se sugiere, con ello, que este desequilibrio de la comunicación neuronal entre las respectivas áreas del cerebro podría ser el punto crucial para el desarrollo de dislexia.

Sustancia blanca y déficit de atención

Se ha encontrado igualmente que un menor volumen de sustancia blanca frontal derecha se correlaciona con una variación en la atención sostenida de niños que presentan trastorno por déficit de atención. Este trastorno de alta prevalencia, se caracteriza por distracción moderada a severa, con períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y conductas impulsivas. La base genética se ha vinculado, en parte, con genes que codifican receptores dopaminérgicos o proteína transportadora de dopamina.

Mientras que el trastorno por déficit de atención se ha vinculado a un déficit en la sustancia blanca, en el autismo se ha observado un aumento del volumen de la sustancia blanca hemisférica en todos los lóbulos cerebrales. Los principales signos y síntomas del autismo afecta la comunicación, las interacciones sociales y las conductas repetitivas. No obstante, dadas las diferencias entre síntomas y características de las personas con autismo, se le considera un trastorno espectro.

Sustancia blanca y velocidad de procesamiento de la información

Las técnicas de neuroimagen hay hecho posible detectar una asociación entre la presencia o el grado de cambios en la sustancia blanca y el declive en las funciones frontales, como la velocidad de procesamiento de la información. La sustancia blanca se relacionó con la memoria episódica, la velocidad de procesamiento y la función ejecutiva.

La función ejecutiva es un conjunto de operaciones cognoscitivas sustentadas por la actividad de los sistemas más complejos de los lóbulos frontales. Estas operaciones se encargan de la programación, la fijación de metas, la clasificación, la iniciación, la ejecución, la vigilancia, los cambios flexibles y la confrontación de todas las funciones mentales ( (Pineda, 2000).

La memoria episódica representa eventos o sucesos relativos a detalles de situaciones vividas. Son recuerdos de momentos y lugares en que se presentaron los eventos y que sirven para organizarlos. Generalmente, se contrapone a la memoria semántica. Esta se almacenaría los significados de las palabras y de las relaciones de significados; la organización y recuperación de la información se lleva a cabo a partir de su significado, mientras que la memoria episódica éste no interviene en su organización y recuperación.

La negligencia es una falla en la orientación, la actuación o la respuesta ante un estímulo. No se considera que sea el resultado de una disfunción de una sola área cortical. El daño de las largas vías de la sustancia blanca que unen áreas parietales y frontales en el hemisferio derecho puede constituir un antecedente crucial en la fisiopatología de la negligencia. De ahí que se haya propuesto una teoría de desconexión intra e interhemisférica influyente en su aparición.

La disminución señalada en la velocidad de procesamiento implica mayor ineficacia en todas las tareas a las que se enfrenta el resto de las funciones superiores como consecuencia de una codificación menos eficaz de los estímulos. Sin embargo, se desconoce si este enlentecimiento afecta de igual modo a todos los procesos cognitivos o a unos de manera más intensa que a otros.

 

Hasta luego y mucha suerte

 

Referencias citadas

Pineda, D. (2000). La función ejecutiva y suss trastornos. (www.revneurol.com, Ed.) Revista de Neurología, 30(8), 764-768.

Tirapau-Ustarroz, J., Luna-Lario, P., Hernáez-Goñi, P., & García-Suescun, I. (2011). Relación entre la sustancia blanca y las funciones cognitivas. (www.revneurol.com, Ed.) Revista de Neurología, 52(12), 725-742.

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El sistema neuroendocrino

lunes, mayo 23rd, 2011

Por Ciereg

La información y su procesamiento son fundamentales para el funcionamiento de cualquier organismo y, especialmente, para el organismo humano. La información relativa a las condiciones internas y a las externas se transmite continuamente a los centros de integración del sistema nervioso central. Allí, se generan las respuestas consideradas apropiadas. En nuestro organismo, la comunicación de la información y su integración tiene lugar a través de estímulos químicos y eléctricos.

En el organismo humano, como en otros muchos, coexisten dos sistemas de transmisión de la información el sistema endocrino y el sistema nervioso.

El sistema endocrino y las hormonas

El sistema endocrino se refiere a las glándulas que secretan productos en su proximidad o en el torrente sanguíneo. Estas sustancias intervienen en la comunicación química. Son las hormonas.

Las hormonas son una modalidad de estímulos químicos; esto es, unas moléculas específicas que interactúan con receptores, asimismo específicos, ubicados en la membrana celular o en el interior de las células. Estas interacciones comportan modificaciones celulares que dan lugar a (o son parte de) las respuestas de nuestro organismo.

Por ejemplo, la producción de adrenalina y noradrenalina por parte de la médula suprarrenal incrementan la frecuencia y la fuerza del latido cardiaco, elevan la presión sanguínea, estimulan la respiración, dilatan las vías respiratorias, así como aumentan la concentración de glucosa en el torrente sanguíneo. Estos son cambios que se presentan cuando tenemos que hacer frente a situaciones de alerta.

De hecho, buena parte de las señales químicas que regulan la actividad de células y órganos, se producen por medio de hormonas. Éstas son sustancias químicas que desempeñan papeles clave en la integración y el control de las funciones fisiológicas del organismo. Se secretan en pequeñas cantidades, pero sus efectos pueden ser muy importantes. Tanto su producción y su degradación están estricta y finamente reguladas.

Las hormonas viajan desde la célula que las produce o almacena hasta la célula blanco, donde ejercen su acción. Cuando existe una distancia entre el blanco y el punto de producción, la hormona viaja por la sangre. Sin embargo, éste es un medio de transporte demasiando lento para coordinar de manera eficaz las diversas tareas que nuestro organismo realiza simultáneamente, sobre todo, si se requieren respuestas inmediatas.

El sistema nervioso y las neuronas

Para superar esta lentitud de respuesta y de coordinación, existe un método alternativo. El canal de comunicación rápido y directo lo proporcionan las neuronas, las células fundamentales del sistema nervioso.

Las neuronas son células especializadas en la producción y la transmisión de señales eléctricas, los impulsos nerviosos. Estos impulsos son conducidos a lo largo de la neurona hasta alcanzar el extremo del axón. Una vez allí, la neurona libera los neurotransmisores, señales químicas que interactúan a corta distancia con otras neuronas o tejidos.

Los sistemas endocrino y nervioso interactúan estrechamente y conforman el sistema neuroendocrino que funciona de modo integrado en la regulación del organismo. Diversos ejemplos pueden ilustrar esta interacción.

Control hormonalEfecto directo: línea continuaRetroalimentación negativa: líneas discontinuas

Ejemplo de interacción neuroendocrina

La prolactina es una hormona producida por la hipófisis y que estimula la secreción de la leche en los mamíferos. Su producción está controlada tanto por una hormona inhibidora y por otra liberadora del hipotálamo. Mientras que el bebé continúa mamando, los impulsos nerviosos producidos por la succión son transmitidos al hipotálamo, que disminuye la producción de la hormona inhibidora de prolactina y aumenta la de la hormona liberadora. Está actúa sobre la hipófisis estimulando la producción de prolactina, que a su vez actúa sobre las glándulas y mantiene la producción de leche.

Cuando cesa de modo permanente la succión, la síntesis y la liberación de prolactina disminuyen y se detiene la producción de leche. Se regula el suministro en función de la presencia de una demanda de leche. Cuando cesa ésta, desaparecen los impulsos nerviosos e interviene el sistema endocrino cesando la producción de leche.

Sistema endocrino y sistema nervioso, una diferencia en cuanto al tipo de comunicación

Si bien pude que los sistemas endocrino y nervioso hayan tenido un origen evolutivo común en los primitivos sistemas de comunicación intercelular, sus funciones difieren en cuanto al tipo de comunicación.

  • Las glándulas del sistema endocrino envían información a distancia en forma generalizada y con relativa lentitud, a través de las hormonas.
  • En cambio, el sistema nervioso, a través de la actividad y secreción de las neuronas, está especializado en una comunicación rápida y puntual. El sistema nervioso usa un lenguaje de tipo eléctrico que permite que una señal recorra en muy poco tiempo grandes distancias.

Aun así, ambos intervienen en nuestras acciones físicas y intelectuales.

Hasta luego y buena suerte

Receptores sensitivos y transducción de la información en impulsos nerviosos

sábado, abril 30th, 2011

Los impulsos que llegan al sistema nervioso proceden de los receptores sensitivos que detectan los estímulos sensitivos. Las sensaciones que experimentamos pueden ser el tacto, el sonido, la luz, el dolor, el frio o el calor, y, fisiológicamente, se denominan sentidos.

La mayoría de los receptores sensitivos de nuestro cuerpo se pueden agrupar en cinco categorías básicas:

  1. Los mecanonorreceptores, relativos a la comprensión o estiramiento mecánico
  2. Los termorrecepetores recogen los cambios de temperatura, algunos detectan el frío, otros el calor.
  3. Los nociceptores o receptores del dolor, detectan las lesiones que sufren los tejidos con independencia de que el origen de éstas sea físico o químico.
  4. Los receptores electromagnético, detectan la luz sobre la retina del ojo
  5. Los quimiorreceptores, detectan el gusto en la boca, el olor en la nariz, la cantidad de oxígeno en la sangre arterial, la osmolalidad de los líquidos corporales, la concentración de dióxido de carbono,…

Una característica de los receptores sensitivos es que cada tipo es muy sensible a una clase casi exclusiva de estímulos y, prácticamente, insensible a los otros. Se trata de una sensibilidad diferencial de los receptores.

Estos sentidos llegan al sistema nervioso central por medio de los impulsos que las fibras nerviosas transmiten. Para ello, dos rasgos importantes son:

  • Cada vía nerviosa termina en un determinado punto del sistema nervioso central
  • La clase de sensación que se percibe tras estimular una fibra nerviosa está determinada por el punto del sistema nervioso al que se dirige la fibra.

Con lo que a la especificidad de los receptores sensitivos, le acompaña una cierta especificidad de las fibras nerviosas. Ésta se conoce como el principio de la línea marcada.

Pero cómo se va de los receptores sensitivos a las fibras nerviosas, cómo las sensaciones se transforman en impulsos nerviosos. La respuesta se encuentra en una característica común a todos los receptores sensitivos: cualquiera que sea el tipo de estímulo que excite el receptor, su efecto inmediato es un cambio del potencial eléctrico de la membrana del receptor.

La causa primordial del cambio del potencial de membrana consiste en una modificación de la permeabilidad de la membrana del receptor. Esta permeabilidad permite la difusión más o menos rápida de los iones a través de la membrana y la consiguiente modificación del potencial transmembrana.

Existen distintas modalidades para que la excitación origine los potenciales del receptor:

  • Por deformación mecánica del receptor, la cual distiende la membrana del receptor y abre los canales iónicos
  • Por aplicación de una sustancia química a la membrana; cuya consecuencia también es una apertura de los canales.
  • Por modificación de la temperatura de la membrana con el resultado de una alteración de la permeabilidad de la membrana.
  • La radiación electromagnética provoca cambios directos o indirectos en las características de la membrana que favorecen el paso de los iones a través de los canales de la membrana.

En todos los casos, cuando el potencial del receptor se sitúa por encima del umbral, aparecen los potenciales de acción en la fibra nerviosa unida al receptor. La frecuencia de estos será proporcional al potencial del receptor. De este modo se recorre el camino desde el estímulo a nuestro sistema nervioso central. De algunos estímulos somos conscientes (ahora noto el tacto de mis dedos sobre el teclado) de otros no (no percibo el contacto de mi piel con los calcetines), pero en todos los casos, una parte del camino recorrido es el mismo y la transducción de la información es similar.

Hasta luego y buena suerte

Libertad y obediencia

martes, agosto 10th, 2010

Luca Coge

José Antonio Marina expuso en su Tratado de la inteligencia creadora y retomo en Ética para náufragos que aprender a seguir las órdenes de la madre es una de las grandes etapas en la constitución de la personalidad. Una orden es un significado, un mensaje simbólico, una expresión lingüística. No se trata de una simple respuesta a un incentivo, como en el amaestramiento de un animal. Cuando el niño aprende a someter sus acciones a una orden hablada, el niño aprende a regirse por valores pensados y no sólo por valores sentidos. Es una especie de obediencia inteligente.

Lo que se enseña a los niños cuando se les enseñan sus deberes es un mecanismo de darse órdenes y un modelo al que parecerse. La voz de la conciencia es la conjugación de ambos elementos. El niño –y el adulto- se da órdenes, compara su comportamiento con un modelo y, tras ello, se enorgullece o avergüenza.

Para un niño, el modelo lo proporciona la sociedad. Los valores que transmite son para ser hechos. Es un modelo para realizar y para actuar. Se trata de hacer lo que se espera de mí, ser querido, estar integrado en el medio social, ser alabado, escapar de la vergüenza o de la culpa, estar orgullo o satisfecho de sí mismo, no ser castigado,…

También este sometimiento a las órdenes habladas le abre al niño el camino de la libertad pues podrá llegar a darse órdenes a sí mismo; con ello, podrá ser autónomo. El poder darse órdenes y poder obedecerlas es el fundamento de la libertad. No hay sumisión exterior; el sujeto es su propio dueño. Es un paso a la autonomía de la persona. Lo importante es que el niño [y la persona] decida darse órdenes basadas en el nivel intelectual autónomo. Este tránsito marca el paso de una obediencia (preconvencional) por miedo a otra (convencional) regida por principios. Un tránsito importante en la construcción de la libertad y la autonomía.

El niño sale de la infancia con una estructura de deberes, configurada por un modelo recibido de una autoridad con la que está unido por lazos de amor o miedo. El modelo es un proyecto general de vida aceptada sin reflexión, con la misma ingenuidad con que se aceptan las reglas del lenguaje que el sujeto concretará a su manera. Cuando el modelo entre en crisis, algo habitual en las sociedades abiertas, el ser humano se preguntará por qué tengo que aceptar este modelo y, seguramente, buscará y tentará otro u otros modelos. El grado de autonomía y de libertad que haya alcanzado previamente le será de suma utilidad en la búsqueda y construcción del nuevo modelo. Naturalmente, también, en la transmisión a las nuevas generaciones.

No obstante, qué puede garantizarnos que el niño tenga una capacidad para pasar de la obediencia exterior a la obediencia interior, de las normas recibidas a las normas autodefinidas. No se estará presuponiendo que al imponer normas también se está transmitiendo un saber hacer relativo a la elaboración y al seguimiento de normas. Nada puede asegurarnos que sea así; cómo tampoco, para la mayoría de las personas, basta oír música para saber componer. Oír sistemáticamente música puede ayudarnos a amarla o a odiarla, solamente para algunos, contribuirá a pasar a la composición.

Asimismo, es difícil encontrar el punto medio y a todas luces adecuado entre ser un padre dictador de normas y deberes y un padre que se desentiende. No es difícil no ser lo uno o lo otro, pero sí establecer unos deberes y normas que permitan al niño convertirse en una persona autónomo y libre. Ya sé que nadie ha dicho que la vida sea fácil.

Hasta luego y buena suerte.

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Inteligencia e invención: felicidad y perfección

sábado, agosto 7th, 2010

En su libro Ética para náufragos (Anagrama, Madrid, 1995. Octava edición, 2008), José Antonio Marina dice que la inteligencia posee tres funciones: controlar su propio funcionamiento, conocer la realidad e inventar posibilidades. Esta última encierra aspectos interesantes, pues evidencia que lo real no nos basta. La inteligencia inventa continuamente (nuevas) posibilidades (reales), que no son fantasías, sino ampliaciones de la realidad que son factibles cuando las integramos en nuestros proyectos o, simplemente, cuando las convertimos en nuestros proyectos.

Inventar es pues conjugar la realidad y la posibilidad. Integrar estas dos no es caer en la mera fantasía. «Cada ser, cada acto, cada situación pueden leerse por mediación de esta clave: o son realización de posibilidades, o son arranque de posibilidades, o son ambas cosas a la vez… Descifrada así, la realidad entera se llena de significado.»

Los proyectos conectan las posibilidades que llegamos a pensar con la acción. Son un eslabón esencial en el comportamiento voluntario, en nuestra voluntad. Inventamos proyectos sin parar: escribir un libro o un diario, ir al cine, dejar de fumar o adelgazar, fundar una familia, montar un negocio, construir nuestra casa o pintar una habitación. Pero dos proyectos universales que nuestra inteligencia crea son el proyecto de ser feliz y el proyecto de alcanzar la perfección.

La idea de felicidad es una argucia de la inteligencia para mantenernos en pie y para emprender el camino. Todas las mujeres y todos los hombres quieren ser felices, actuamos en vistas a ser felices: lo cierto es que todos los hombres y todas las mujeres quieren ser felices, pero lo difícil es saber lo que hace feliz la vida.

Los proyectos permiten a los humanos inventar formas posibles de resolver una situación, de escoger una mejor. Permiten dirigirnos a metas distantes, amplias, disparatadas o utópicas. Y la meta más lejana es la meta de la felicidad. Un proyecto que nos llena al mismo tiempo de decepciones y de ánimos.

La idea de perfección es el segundo proyecto universal. En la vida cotidiana todas las actividades pueden realizarse bien o mal; cada oficio y cada tarea puede realizarse bien o mal. También la vida de un hombre o de una mujer puede realizarse bien o mal, tiene su correspondiente perfección o su proyecto de perfección.

Los proyectos de felicidad y de perfección cumplen un papel fundamental en la acción de la inteligencia: incitan justamente a buscar nuevas posibilidades y a la acción, a pensar y emprender proyectos, a ver otras situaciones y a querer alcanzarlas.

 

Hasta luego y buena suerte.

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Fotografías: © Microsoft

 

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viernes, mayo 22nd, 2009

Social Science for Social Action