Estar y trabajar en red

Sonia Fernández defiende en su libro Dos grados: Networking (LID Editorial Empresarial, S.L., 2004) que las personas “no somos importantes sólo por lo que sabemos sino especialmente por nuestra capacidad de acceder a otras personas que nos pueden aportar sus conocimientos y experiencias”. En otros términos, por nuestra participación en redes sociales. Las redes sociales tienen un valor fundamental pues juegan un papel importante en la determinación de nuestra capacidad para conseguir ser mejores profesionalmente y también como personas.

Dada la transcendencia de nuestra posición profesional y personal en este mundo, vale la pena comentar algunos puntos del capítulo primero del libro de Sonia Fernández. Y a ello nos dedicaremos en este texto.

Redes sociales

Para Ducan Watts, una red social está constituida por una serie de punto, personas en este caso, conectadas entre sí. Cada uno de nosotros pertenecemos a diferentes redes sociales claramente diferenciadas. Así, formamos parte de grupos de amigos en cuyo interior existen vínculos fuertes y entre ellos vínculos débiles.

Las personas con vínculos fuertes y con vínculos débiles son relevantes en función de lo que esperamos de estas relaciones. Las personas con vínculos fuertes pueden dar una mayor credibilidad a la información obtenida a través de su red de contactos. Sin embargo, su capacidad de llegar a un gran número de personas a través de su red es limitado comparada con las personas con vínculos débiles.

En la definición del tipo de relaciones sociales que conforman nuestro propia red social, debe tenerse presente que no todas las relaciones tienen el mismo fin; porque un fin aparentemente existe, aunque no sea estratégico o instrumental. Para S. Fernández, “Lo importante es saber distinguir ese tipo de relaciones y desarrollar vínculos fuertes y relevantes cuando sea apropiado y con personas que puedan tener un impacto positivo en nuestras vidas.” Lo interesante es que las personas que son buenas cultivando sus contactos, son capaces de mantener un buen equilibrio entre contactos fuertes y una gran amplitud de contactos con vínculos débiles.

Mis redes sociales me definen a mí como personas y son claves para porque influyen en mis decisiones y en la capacidad que tengo de acceder a personas que pueden contribuir en la consecución de mis metas personales o profesionales. Pero una red social no es el mangoneo y la endogamia.

 

Una primera labor a hacer sería: enumerar y describir las redes sociales a las que pertenecemos y caracterizar los vínculos fuertes y los vínculos débiles que existen en ellas.

Dentro de estas redes sociales, cada uno de nosotros juega un papel y tiene una posición. Analizar nuestra posición y relevancia dentro de las redes en que participamos, puede decirnos muchos sobre cómo nos posicionamos.

La posición en una red

Dentro de un grupo al que pertenecemos, podemos ser:

  • Conectores: personas que estamos conectados con un amplio número de grupos diferentes y con capacidad de transmitir información de un grupo a otro.
  • Actores-Parte de grupos con un gran poder de cohesión y con gran capacidad para ejercer influencia dentro de este grupo
  • Actores de la periferia con pocas relaciones con otros grupos y pocos vínculos fuertes dentro de un único grupo

Evidentemente, podemos identificar diferentes grupos o redes a las que pertenezcamos y en cada una de ellas observar que jugamos uno o varios papeles diferentes.

Fuente: Krebs (2000)

Ilustración 1.- Human Network

Para Krebs, la importancia de un nodo o una persona dentro de una red viene determinada por su impacto sobre tres factores,

  • Actividad
  • Proximidad
  • Conexión

Actividad

En una red, la importancia de una persona está en función del número de vínculos que mantenga con el resto de miembros de la red. El grado de actividad de una persona depende del número de contactos.

Sin embargo, si tenemos un gran número de contactos pero estos se limitan a un grupo de personas más o menos cercanas, nuestro grado de actividad será bajo. La razón es que nuestra visibilidad en otros grupos o áreas será muy limitada.

A: grado de actividad

C: número de contactos

V: visibilidad

¿De cuánto contactos disponemos y cuál es nuestra visibilidad en las redes en que participamos?

Proximidad

La proximidad ente los nodos es clave para establecer la importancia de una persona en la red de relaciones. La distancia reduce la rapidez en la distribución de la información al resto del grupo. Además la proximidad otorga a quien la posee una visión amplia y de conjunto de todo cuanto acontece en el grupo.

¿Somos un elemento de proximidad dentro de nuestras redes?

Conexión

La importancia de una persona dentro de una red también depende del número de personas que permita conectar. Así los conectores entre grupos pueden devenir personas importantes y dotadas de un gran poder.

Según Ron Burt, las personas que son capaces de servir de puente entre nodos donde, en su ausencia, existiría un vacío de comunicación, tienen mayor relevancia que los nodos que ocupan una posición relevante en un círculo donde existe ya una densa comunicación. El éxito de una persona que sirva de puente entre diferentes grupos será, de acuerdo con Burt, mayor que del líder de un grupo cerrado.

Deriva de ello, que nuestra capacidad de relacionarnos con los demás y de diversificar los grupos de personas con los que tenemos relación nos enriquece. Proporcionar una conexión ante la existencia de un vacío estructural genera valor y son las personas con esa capacidad de generar valor, las que son valoradas profesionalmente.

¿Servimos de puente? ¿Cuál es nuestra capacidad de generar valor?

Ilustración 2- Los determinantes de la importancia en una red

En definitiva, de acuerdo con Krebs, la importancia de nuestra posición en el grupo viene determinada por

  1. La proximidad que tenemos a la información
  2. Nuestra capacidad para transmitirla al resto del grupo
  3. Nuestra capacidad de servir de enlace o de conexión entre diferentes miembros del grupo

¿Es importante nuestra posición en el grupo?

Sin embargo, la fortaleza de nuestra capacidad de conexión puede ser transitoria pues tras una primera presentación los dos lados del conector pueden dedicarse puentear al conector.

Capital social y pertenencia a redes

Afirma Sonia Fernández que la razón fundamental por la que es importante prestar atención a las redes sociales es porque nos aportan valor. Se ha definido el capital social como el conjunto de recursos disponibles para nosotros a través de nuestras redes de contactos personales y profesionales.

El concepto de capital humano se refiere al valor de nuestros conocimientos y habilidades. El capital social por su parte mide quién conocemos y cuál es el tamaño de nuestra red de contactos, pero también quién no conocemos de nuestra red.

Las personas con una gran capacidad de conexión gozan de retornos crecientes: una persona que tiene un gran número de buenos contactos, el resto del grupo quiere estar conectado también con ella y esto hace aumentar el número de contactos.

Una conclusión es que no dependemos de nosotros mismos, dependemos de los demás. Las aportaciones de nuestros contactos nos generan ese capital social que se traduce en un sinfín de mejoras de nuestras oportunidades personales y profesionales.

Bibliografía

Fernández, S. (2004), Dos grados: Networking, LID Editorial Empresarial, S.L.

Krebs, V. (2000), “The Social Life of Routers Applying Knowledge of Human Networks to the Design of Computer Networks”, The Internet Protocol Journal, Vol. 3, No. 4, http://www.cisco.com/ipj

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